El Ministerio de Educación Nacional y siendo más precisos desde el área de Tecnología e Informática plantea la necesidad de una alfabetización tecnológica, a partir del uso de herramientas y recursos que están cambiando las prácticas en el plano laboral, social, cultural y desde luego educativo, donde los entornos de aprendizaje se han transformado posibilitando nuevas formas de enseñar y aprender a través de la participación e interacción con los medios tecnológicos que al ser utilizados con sentido pedagógico, dinamizan y enriquecen los tiempos de aprendizaje en el aula y fuera de ella. En este sentido se afirma que los maestros deben:
“Mantener e incrementar el interés de los estudiantes. Por ello es indispensable generar flexibilidad y creatividad en su enseñanza, a lo largo de todos los niveles educativos. Se sugiere trabajar la motivación a través del estímulo de la curiosidad científica y tecnológica, para mostrar su pertinencia en la realidad local y su contribución a la satisfacción de necesidades básicas (MEN, 2008)”.
Son precisamente las TIC una excelente alternativa para apoyar, transformar y mejorar el quehacer educativo de los maestros, las instituciones educativas en el umbral del siglo XXI se enfrentan al reto de incorporar las TIC no solo en la gestión institucional, sino también en la estructura curricular para atender a las necesidades y expectativas que tienen los estudiantes en cada uno de los espacios de aprendizaje.
El interés por definir los resultados, dificultades y posibilidades de las TIC en el campo educativo, se ha manifestado en las últimas décadas, de distintas formas y con diversos matices, puede reconocerse claramente en las reformas curriculares, en el ámbito de muchos campos disciplinares, la manera como se ha materializado en numerosas producciones al interior de las comunidades de investigadores y educadores en todo el mundo.
Uno de los asuntos reconocidos por los investigadores como relevantes en el proceso de integración de las TIC en la educación, es el relacionado con las creencias, concepciones y conocimientos de los profesores sobre las TIC. Los estudios realizados señalan que éstas han estado profundamente influidas por las tendencias investigativas sobre la enseñanza y aprendizaje dominantes en ciertas épocas. Estas tendencias permiten reconocer una serie de valores y percepciones propias de los maestros, que se materializan a través de sus prácticas de enseñanza, experiencias que a su vez, se consideran elementos centrales en relación con el proceso de integración de las TIC.
En general, las investigaciones, estrategias de formación y cualificación buscan promover una discusión fundamentada y con sentido, desde una perspectiva didáctica de la integración de las TIC en los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación, ambientando positivamente los entornos escolares que incentivan al maestro a reevaluar su quehacer pedagógico.
Por lo tanto los docentes no pueden ser ajenos o estar distantes a la forma como en la actualidad aprenden los estudiantes, los cambios inminentes del mundo globalizado en cierta medida condicionan la manera de vivir, interactuar y aprender del ser humano. Por esta razón es necesario reconocer el potencial de las herramientas y los recursos tecnológicos como medios en los procesos educativos, que ayudan a proponer actividades que permitan el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la construcción de conocimiento.
Finalmente es muy importante mencionar que en la actualidad la gran mayoría de las instituciones educativas públicas y privadas cuentan con una dotación tecnológica que motiva al maestro a proponer otras formas de trabajo en el aula mediante el uso de nuevas estrategias metodológicas. Por su parte el Ministerio de Educación Nacional valora y reconoce en los maestros que son aspirantes a cargos públicos, la formación pedagógica que puedan tener en el manejo y la apropiación de las TIC como medios para la transformación de los ambientes de aprendizaje.
Son precisamente las TIC una excelente alternativa para apoyar, transformar y mejorar el quehacer educativo de los maestros, las instituciones educativas en el umbral del siglo XXI se enfrentan al reto de incorporar las TIC no solo en la gestión institucional, sino también en la estructura curricular para atender a las necesidades y expectativas que tienen los estudiantes en cada uno de los espacios de aprendizaje.
El interés por definir los resultados, dificultades y posibilidades de las TIC en el campo educativo, se ha manifestado en las últimas décadas, de distintas formas y con diversos matices, puede reconocerse claramente en las reformas curriculares, en el ámbito de muchos campos disciplinares, la manera como se ha materializado en numerosas producciones al interior de las comunidades de investigadores y educadores en todo el mundo.
Uno de los asuntos reconocidos por los investigadores como relevantes en el proceso de integración de las TIC en la educación, es el relacionado con las creencias, concepciones y conocimientos de los profesores sobre las TIC. Los estudios realizados señalan que éstas han estado profundamente influidas por las tendencias investigativas sobre la enseñanza y aprendizaje dominantes en ciertas épocas. Estas tendencias permiten reconocer una serie de valores y percepciones propias de los maestros, que se materializan a través de sus prácticas de enseñanza, experiencias que a su vez, se consideran elementos centrales en relación con el proceso de integración de las TIC.
En general, las investigaciones, estrategias de formación y cualificación buscan promover una discusión fundamentada y con sentido, desde una perspectiva didáctica de la integración de las TIC en los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación, ambientando positivamente los entornos escolares que incentivan al maestro a reevaluar su quehacer pedagógico.
Por lo tanto los docentes no pueden ser ajenos o estar distantes a la forma como en la actualidad aprenden los estudiantes, los cambios inminentes del mundo globalizado en cierta medida condicionan la manera de vivir, interactuar y aprender del ser humano. Por esta razón es necesario reconocer el potencial de las herramientas y los recursos tecnológicos como medios en los procesos educativos, que ayudan a proponer actividades que permitan el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la construcción de conocimiento.
Finalmente es muy importante mencionar que en la actualidad la gran mayoría de las instituciones educativas públicas y privadas cuentan con una dotación tecnológica que motiva al maestro a proponer otras formas de trabajo en el aula mediante el uso de nuevas estrategias metodológicas. Por su parte el Ministerio de Educación Nacional valora y reconoce en los maestros que son aspirantes a cargos públicos, la formación pedagógica que puedan tener en el manejo y la apropiación de las TIC como medios para la transformación de los ambientes de aprendizaje.
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